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viernes, 3 de mayo de 2013

MEDINA MORA CON LA ESTRELLA EN LA FRENTE

Mas que complacidos están en la oficina de Eduardo Medina Mora por el trabajo previo a la visita de Barak Obama, a escasos cinco meses de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Nada nuevo para el embajador de México en Estados Unidos, conoce bien el movimiento en Washington y desde enero moldeó la agenda bilateral para bajarle dominancia al tema de seguridad.
En efecto, el discurso de Obama fue generoso y plural. Llamó la atención el tema de las Reformas Económicas y la justa dimensión en el migratorio que tendrá su caramelo en una entrevista a la cadena Univisión, especialmente diseñada para el público latinos residentes en Estados Unidos.

LA VARA ALTA PARA MARIANO PALACIOS ALCOCER

Al que le quedó muy alta la vara fue al embajador en el Vaticano Mariano Palacios Alcocer. La visita del Papa Francisco a México en julio se quedó en la indefinición y cada día será mas complicado meterla en la agenda, aun cuando el vocero Federico Lombardi no la da por muerta.
Un país que tiene cuatro Cardenales, en teoría tendría buenas posibilidades de atraer a Jorge Mario Bergoglio en su viaje a las Jornada de la Juventud en Brasil, sin embargo, el cabildeo del gobierno federal en la Santa Sede parece enredar el trabajo de los purpurados mexicanos.
Ante la insistencia del encargado de asuntos religiosos de Los Pinos, Roberto Herrera Mena, La Conferencia del Episcopado Mexicano y la Arquidiócesis de México dejaron la tarea de convencimiento al gobierno federal y su representante Mariano Palacios Alcocer.

VISITA INCÓMODA A LA LLEGADA DE OBAMA

Una visita que resultaría incómoda para el gobierno federal terminó siendo una ayuda en el primer día de la visita de Barak Obama.
El Relator de la ONU Christof Heyns aseguró que el control del tráfico de armas era fundamental para evitar las muertes dolosas en nuestro país. Casi en paralelo, el presidente estadounidense ofreció a Enrique Peña Nieto hacer todo lo posible para detener este flujo mortal a México, sin embargo enfatizo que en realidad lo que le preocupa son las víctimas derivadas de este tráfico.
La primer preocupación en Los Pinos es que los datos entregados al Relator relativos al sexenio de Felipe Calderón no hay forma de saber cuales fueron ocasionados por armas del crimen organizado y cuales por las de las fuerzas del estado.
Y aun cuando los números ya fueron publicados: 102,696 asesinatos dolosos del 2006 al 2012, de los cuales 70 mil son atribuibles a la lucha contra el crimen organizado, no hay investigaciones que sustenten el desgloce para relacionarlo al tráfico de armas.
Por último, Heyns insistió que las autoridades no deben criminalizar a las víctimas con el argumento de que los muertos son producto de la lucha entre cárteles. O sea, el argumento favorito de Felipe Calderón Hinojosa y Genaro García Luna.



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